TABLERO DE MARMOL Y PIEDRAS DURAS

Tablero de mesa cuadrado. Mármoles y piedras duras. Inspirado en modelos italianos de los siglos XVI-XVII.

Un collar de perlas con un lazo se ha situado en el centro del tablero, sobre un fondo negro. Lo rodea un área de roleos vegetales, flores y pájaros posados enmarcado con una banda de roleos simplificados. Al exterior se han situado en las esquinas ocho peces enfrentados dos a dos con una bola, una corona y situados sobre un motivo arquitectónico, unidos visualmente mediante roleos vegetales.
Esta taracea, llamada “labor de piedras duras”, que emplea mármoles de colores y piedras de una dureza mayor a 6 en la escala de Mohs surgió en Florencia, gracias el intento de Piero de Medici y Lorenzo el Magnífico para revitalizar y actualizar una técnica de mosaico llamada “opus sectile” empleada en la Antigua Roma. Tal éxito tuvo en las cortes europeas, que, desde el siglo XVII, se crearon una serie de talleres siguiendo su ejemplo, entre los que hay que destacar la Fábrica de Gobelinos en Francia, el Taller Real de Nápoles y el establecido por Carlos III en el Real Sitio de El Buen Retiro de Madrid, el cual siguió en funcionamiento hasta principios del siglo XIX. Estilísticamente, comenzaron con una llamativa variedad de motivos, pero, desde hacia 1600, se prefirieron por norma general los naturalistas (flores, frutos, mariposas, aves…).
Se realizaron con esta técnica tableros de mesa, placas, escritorios, jarrones, etc., siempre para la alta aristocracia y la realeza por los altísimos precios de estos trabajos, debidos a la alta especialización requerida y a que, muy a menudo, había que importar la materia prima (lapislázuli, ágatas, mármol negro belga solía ser para los fondos…).
El presente ejemplo es heredero de esta importante tradición, cuya influencia demuestra al compararlo con obras como las del Opificio delle Pietre Dure de Florencia, el tablero romano de hacia finales del siglo XVI (inventario 62.259) del Metropolitan Museum de Nueva York, o el realizado en Nápoles por Francesco Ghinghi hacia mediados del siglo XVIII (inventario O00511) conservado en el Museo del Prado de Madrid.

· Medidas: 90x90 cms.