OLEO SOBRE TABLA. MARIA MAGDALENA CAMINO A MARSELLA. ESCUELA CASTELLANA

María Magdalena de camino a Marsella. Óleo sobre tabla. Escuela castellana, hacia último tercio del siglo XV.
Óleo sobre tabla que muestra un paisaje al fondo con una ciudad amurallada, unas montañas y la orilla de un curso de agua (por el tema se ve que es la orilla del mar). En primer término y a cuerpo entero, aparecen una barca con una vela con circo personajes ricamente vestidos y con sus respectivos nimbos (éstos decorados con elementos geométricos y vegetales grabados), dos mujeres y tres hombres. Nótese el detalle anecdótico de los peces surcando las aguas bajo el navío.
Se dedica en la Leyenda Dorada el capítulo XCVI a la figura de María Magdalena, incluyendo el viaje que realizó junto con San Maximino, Lázaro, Marta, su criada Martila y San Cedonio ("el ciego de nacimiento curado de su ceguera por Cristo), junto con otros cristianos, por ser expulsados por los infieles que vivían en la región a la que fueron a evangelizar. Dejaron la nave en el mar, sin remos ni velas ni nada que pudiera ayudar en la navegación con idea de que naufragara, pero Dios se ocupó de que llegara a Marsella. La tradición cristiana católica terminó dando fin a este viaje desde Tierra Santa en Saintes Maries de la Mer (cerca de Arlés), desde donde María Magdalena fue a Marsella, emprendiendo la evangelización de Provenza. Nótese que los personajes aquí representados son Santa María Magdalena, como figura principal del grupo, San Maximino, Lázaro, San Cedonio y Marta.
Se conocen algunos ejemplos en que se ve a la Santa acompañada, situados todos los personajes en un barco o relacionados con el mismo. No se trata, sin embargo, de una iconografía demasiado frecuente y será aún menos habitual tras el Concilio de Trento, al parecer. Citemos, como ejemplos, el retablo de Pere Mates (Museo Catedral de Girona) del siglo XVI con esta leyenda (leyenda provenzal) en la que aparece la santa ya en tierra, con el barco al fondo; figura entrando en la embarcación en el retablo de Jean Béguin (Retablo del Rosario de la Basílica de San Maximino en Var, Francia); aparece predicando en el puerto de Marsella en una pintura de Ronzen (principios del siglo XVI, Museo de Historia de Marsella); en la Capilla de los Scrovegni de Padua Giotto pintó el tema del Milagro del Gobernador de Marsella (tema relacionado con esta llegada) con figuras en la barca y la esposa del gobernador en la isla; Retablo de la Magdalena de Lucas Moser (Iglesia de Santa María Magdalena de Tiefenbronn).
Estilísticamente, se puede apreciar en la pintura una clara influencia flamenca: nótense los detalles de las joyas de las vestiduras, las calidades, los rostros y el naturalismo buscado en los mismos (dentro de la idealización que corresponde a los personajes sagrados), el paisaje y la fortaleza del fondo, etc.
La influencia del arte flamenco en la escuela castellana se inició gracias al mecenazgo de los Mendoza, poco después de mediado el siglo, y también contribuyeron a su desarrollo tanto las crecientes relaciones con Flandes (es preciso recordar el viaje de Jan van Eyck en 1427) como la importación de obras flamencas. Así, el estilo hispanoflamenco alcanzó un gran desarrollo en el último cuarto del siglo XV en lo que se refiere al Reino de Castilla, con una serie de escuelas menores interconectadas, aportando por ello un cierto carácter unitario al arte de este estilo en esta área geográfica. En cuanto a nombres (y recordando que hay una gran cantidad de obras anónimas y autores de los que no conocemos datos), tenemos al que se considera el introductor, Jorge Inglés, y a figuras como Fernando Gallego, focos como Valladolid y talleres destacados como los de Burgos o Toledo.

· Medidas: 83x11x128 cms int 73x118 cms