BERNEGAL EN PLATA DORADA. VALLADOLID. XVII

Bernegal. Plata sobredorada. Valladolid, siglo XVII.
Con marca de contraste y de burilada.
Copa con pie (bernegal) circular decorado con finas molduras lisas y cuerpo gallonado (diez bocados) con decoración grabada de temática vegetal al interior y al exterior, realizado en plata sobredorada y que, además, cuenta con dos asas “en ce” realzadas con sartas de perlas en disminución en la parte superior y un elemento esférico al interior, en la unión de los gallones, recordando una piedra bezoar.
La marca de contraste que sitúa la realización de la copa en Valladolid es similar a la presente en otras destacadas piezas como el jarro de pico de finales del siglo XVI de Lázaro de Encalada de la Colección Várez-Fisa. Compárese también con el bernegal y salvilla mejicanos del Monasterio de las Concepcionistas de Ágreda en Soria, decorado con tornapuntas vegetalizadas; con el bernegal del siglo XVII de Toledo del Museo Lázaro Galdiano de Madrid (inv. 03910); y con una de la colección de la Fundación Valencia de Don Juan (Madrid). Asimismo, nótese la semejanza con un ejemplar de una colección privada chilena procedente del galeón Nuestra Señora de la Limpia y Pura Concepción (que sigue el considerado como modelo tradicional en América del Sur de cuerpo gallonado y liso de diez bocados de igual tamaño, dos asas en “ce” elevadas sobre la boca y un pie bajo circular), y con el realizado antes de 1622 (fecha del naufragio) procedente de la nao Nuestra Señora de Atocha, también en colección particular (tamaño considerable, forma similar al presente, etc.). Asimismo, es preciso mencionar el óleo de la Colección Masaveu (Oviedo) de Juan Bautista de Espinosa conocido como “Naturaleza muerta con objetos de orfebrería” realizado en 1624, ya que el bernegal con salvilla situado en el centro de la composición guarda un notable parecido con la presente pieza.
Llamados vasos de bocados o copa de bocados en la época, fueron piezas habituales hasta el siglo XVIII en España, y a veces se colocaba en su fondo una piedra bezoar para, según las creencias del momento, detectar o neutralizar venenos (no obstante, otras veces era un elemento diferente, añadiendo un toque de sorpresa a la persona que lo usara). Frecuentemente, se hacían a juego con una salvilla, decorando ambos de manera similar. Es preciso destacar que no se han conservado en un número muy destacado por ser habitual la reutilización del material en otros trabajos (muy pocos nos han llegado de España, aunque alguno más de entre los que se fabricaron en Hispanoamérica).
Modelo muy simliar subastado en Sothebys 2 de Febrero 2024. Lote 6.
Peso: 480 gramos.

· Medidas: 19x17x11 cms.